Un poco sentimental

La teoría de la larga cola presupone que hay sitio para todos. Que basta con que tengas un poco de audiencia para poder continuar adelante e, incluso, obtener beneficios de algún modo. Yo quiero creer que es verdad, con la misma fe que se puede creer en lo de que el universo conspira para que consigas lo que quieres.

Y es que nunca antes había tantas posibilidades como ahora para darte a conocer al mundo. Casi tantas como personas que han pensado lo mismo y se han puesto manos a la obra. Por lo tanto, la competencia resulta bestial en cualquier campo que elijas dentro de Internet.

A lo poco que te pongas a investigar, te acojonas. Es increíble la gran cantidad de... todo que hay por todas partes: música, libros, comics... Y en estos últimos me detengo, porque son los que me han motivado esta reflexión.

Como sabéis, escribo en el blog Nuestros Comics, y dado que por la distancia no puedo ponerme a escribir sobre lo que sale al mercado español, opté porque uno de mis temas fueran los webcomics, cosa que además me gusta.

Pues resulta que das una patada y salen cien. Mil. Miles. Millones (no, no creo que sea para tanto). Contabilizados en el WEE (en español, y no son todos), hay más de 250. Entre ellos, hay de todo, y algunos francamente buenos, de esos que merecerían más de una edición en papel (unos pocos ya lo han conseguido). Pero como te pongas a mirar en inglés... Y no quiero pensar que pasaría si añadiéramos otros idiomas. El número puede ser sorprendentemente grande.

Sin duda, debe haber muchos webcomics que han caído en la batalla y que no se actualizan. Sé de algunos; y de esos, varios son una mala noticia. Las razones para dejarlo son varias, pero la principal es cansancio: por mucho cariño que haya por parte de los lectores, llega un momento en el espacio que le dedicabas a tu webcomic debe ser cedido a otra actividad, del tipo que sea. Algo se agota. La carrera es demasiado larga y las fuerzas no dan lo suficiente. O tal vez simplemente descubren que eso que les atraía en un principio pues... ya no les atrae.

Ahora cambia el término "webcomic" por otro cualquiera relacionado con la red: software, blogs, libros, música... Lo que quieras. Ahora, seguramente, entenderás de que hablo.

A veces me gustaría poder reseñar todos los webcomics del mundo. Sí, suena a algo muy "flower power", muy "amor para todo el mundo", pero es así. Trato de hacer las reseñas cortas (entre otras cosas, porque no me da para más) y a ver si así puedo comentar ese otro webcomic. Pero nada, que el tiempo y las obligaciones no se pliegan a ello. Y mira, a lo mejor si lo consiguiese reseñar, le daba más visitas al/los creador/es, y eso me hace sentir bien. Pero no hay manera, el cuerpo no da. A veces, eso genera un puntito de insatisfacción. Un puntito que se agranda cuando ves tu lista de feeds y sabes que está llena de cosas buenas (y otras no tanto) y que tú te has puesto en plan de cribar y que... Bueno, que eso es muy malo. Es necesario, sí. Pero a veces...

Tal vez sean estas horas de la noche en las que estoy escribiendo, que hacen que te pongas un poco más sentimental de lo habitual. Y que además, me repita como el ajo, y siempre le esté dando vueltas al mismo tema, pero es que no puedo negar que es como una obsesión.

El punto, para que esto no se haga largo: si quieres algo, si sueñas algo, si quieres dibujar, escribir, cantar o lo que sea... Sigue adelante. Tan sólo sigue. Esfuérzate honradamente en que tu material sea lo mejor posible dentro de las circunstancias (porque no siempre puede ser así, no nos engañemos). Habrá presiones, muchas. Las peores, las que te pongas a ti mismo. Ya aprenderás a frenar aunque sea por la fuerza. Es posible que te lluevan críticas, pero aún más posible es que no las recibas. No importa. Sigue.

Mira que soy pesado...