Cuando descubro un blog y veo que tiene un montón de comentarios, me siento el único de la clase que no vio el último capítulo de la serie de la que todos hablan: me he perdido algo importante.
Luego, echo un vistazo más allá de la última entrada. Y constato que sí, me estaba perdiendo algo importante. Entonces, dejo atrás el miedo al "Ah, ese ya lo conocía" y me lanzo a recomendarlo: si te estás perdiendo "Corte y corrección", hazlo bajo tu propio riesgo. Tú sabrás. Allá tú. Tu problema, no el mío. Pero luego, no andarás diciendo que no hay blogs divertidos a la par que interesantes por ahí. Y bien escritos. No, a mí no me lo digas. Piérdete en tus feeds llenos de vídeos de YouTube y similares.
Y aquí va una pequeña muestra, mejor que cualquier crítica o reseña:
Queridos defensores de la ilusión creativa: es evidente que todos aparentan 9 años, gracias a su ortografía, entre otras cosas (la letra k, esa gran hija de puta). Pero el drama, queridos amigos, es que todos tienen pelitos en los genitales (lo digo en versión fina). Los niños de primaria están demasiado ocupados chateando con pederastas, intercambiando los vídeos de la paliza que le dieron al compañero de clase y bajándose el último disco de Chenoa como para preocuparse de leer y mucho menos de escribir. Luego se plantarán con 18 años, verán un tunel negro con una luz al fondo y una voz cavernosa que les incitará a leer las Crónicas de Dragonlance; o bien se caerán de la cama, se darán un golpe en la cabeza y decidirán leer ese libro que les regaló la abuela por su cumpleaños, y entonces descubrirán su camino, su verdad y su vida (amén). Se pondrán a escribir y se meterán en los foros a decir mamarrachadas, sin ser conscientes de que han perdido toda su infancia y su juventud de una manera absolutamente irrecuperable, y de que se encuentran gravemente desamparados frente a la realidad cultural y frente a su propia vida. Y cuando alguien venga y les diga: «lamento comunicarte que desconoces las mínimas normas de ortografía castellana y que nadie te va a tomar en serio ni en un foro ni mucho menos en una editorial», te pedirán que seas indulgente.
Esa es una perla del post "Literatura fantástica, fíjate". Y hay más de donde saqué ésta, pero tampoco quiero abusar. Bueno... Vale... Un poquito. Pero de otra entrada:
Cuando te levantas anarquista quieres llamar a la editorial Fulanita de Tal, pedir el teléfono del autor X, llamarle y decirle que no piensas corregir su cochambroso libro por escrúpulos morales. Porque eres correctora, no profesora de primaria; y opinas que si no sabe conjugar un maldito verbo, alguien en este mundo, algún alma caritativa, se lo debe decir. Por su bien. «Señor, usted no puede escribir. Y como no puede escribir, no lo intente. Repito, NO LO INTENTE». ¿Alguien me puede explicar qué narices pasa con los gerundios? ¿Alguien me puede decir cómo es posible escribir frase tras frase sin un solo verbo conjugado, todo «siendo», «existiendo», «suspirando», «pasando»? Todo en un perpetuo proceso que nunca culmina, porque todo es gerundio, porque todo es proyecto eterno. ¿Alguien me puede hacer entender cómo una persona no es capaz de leer esas frases que ha escrito y darse cuenta de que son absolutamente ininteligibles y carentes de la más mínima adecuación a cualquier norma sintáctica y gramatical? Es que no se trata de que el autor esté un poco verde, o cometa algunos deslices, o flaquee en cierto aspecto de la ortografía... Se trata de ser imbécil. Imbécil de tomo y lomo, imbécil hasta decir basta. Se trata de que la gente es gilipollas. Decidme en qué manifestación artística, en qué actividad cultural se permite esto. Nombradme un cantante sin voz, un pintor sin habilidad para perfilar una figura sencilla, un músico que no sepa siquiera coger su instrumento (obviamente hablo de artistas anónimos, no de hijos o familiares de). ¡Decidme uno solo! ¿Por qué no nos descojonamos de risa en la cara de esta gente, de estos «escritores»? ¿Por qué permitimos que su visión de la realidad siga distorsionada hasta límites patológicos? Que vayan por ahí, diciendo que han publicado un libro, perfectamente conscientes de que eso, en la jerga popular, entre las personas sencillas, equivale a «ser escritor». Y no es verdad.
Por cierto, ¿qué hacéis aquí? ¿Por qué no estáis repasando todas las entradas de Corte y corrección? Valen la pena, y mucho.
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