Uno está tan tranquilo y ¡Zas! De golpe y porrazo, le piden una charla. Que no es que me queje, pero lo imprevisto siempre causa cierta impresión.
El asunto fue por intermediación de Carlos Correa, que tuvo a bien recomendarme como sustituto para dar un poco la brasa acerca de los modelos de negocio para distribución de contenido por Internet. Y aunque fue de un día para otro, pude armar un (creo yo) discurso coherente acerca de un tema que me interesa bastante. Lo terminé contando en el Taller nacional sobre propiedad intelectual e industrias creativas organizado por el Ministerio de cultura y el IEPI entre otros en las instalaciones de la FLACSO en Quito, el 12 de junio.
Como muchas cosas que no te esperas, luego resulta que tiene su valor añadido: me sirvió para articular las ideas, los recursos y algunas reflexiones en torno al tema que ya venía arrastrando y a las que no les había dedicado tiempo.
Ahora bien, creo que se me quedaron cosas fuera y me faltó profundizar más en otras. Pero el tiempo era el que era (tanto para la exposición como para prepararla) y todo se quedó en la presentación que podéis ver aquí abajo. Puede resultar un poco inentendible sin estar yo hablando, pero creo que permite captar la idea general, además de recopilar las herramientas y los ejemplos que puse.
La premisa de la que parto es de que el usuario con poder adquisitivo está dispuesto a pagar bajo cuatro supuestos (no excluyentes):
- Si la obra le interesa
- Si se le da acceso rápido y sencillo a la obra (aquí se incluye la facilidad de pago)
- Si el precio no es percibido como alto
- Si se identifica con el autor o la propuesta
Obviamente, cada supuesto tiene más enjundia detrás (excepto el primero, que no necesita de ninguna explicación). El tercero, el del precio, suele ser el más discutido por la subjetividad que siempre acarrea. Por ejemplo,en el caso de los libros digitales, Antonio Ortiz mencionaba en Xataka que si el precio es superior a 10 euros, se lo piensa y mucho. Creo recordar (y hablo de memoria) que Juan Luís Chulilla en algún momento mencionó un precio en torno a los 5 (Juan Luís, puedes pasar, darme una colleja y corregirme). Yo, en dólares, y con facilidad de pago, (que en mi caso se limita a PayPal, veo esos 5 sin llegar a ser compra compulsiva pero no doy más si no es de mi muy mucho interés.
El cuarto me parece el más interesante y digno de análisis, además de consecuencia directa de esta era digital socialmediada. En algún momento he de escribir un poco sobre el tema más que nada para dejar plasmadas mis ideas de forma ordenada.
A partir de esa corta enumeración de los supuestos, me concentro en hablar de herramientas y de casos. La intención de ponerlo todo así era convencer de que el mito planteado por la industria de que el “todo gratis” es todo lo que existe es eso, un mito, y de que existen herramientas y métodos con los cuales podemos centrarnos en el usuario que quiere y puede pagar por la obra.
Sin duda, tanto la presentación como la argumentación pueden ser mejoradas, y estoy en ello. Se agrade cualquier contribución al respecto.
De obligación es decir que me fue muy útil el artículo publicado por El Listo, que aunque contenía mucha información que ya conocía, sirvió sobre todo para poder encontrar los enlaces agrupados en un solo sitio. Sin embargo, os recomiendo encarecidamente que lo leáis. Es un recurso muy valioso, especialmente para los que hacéis comics, que os habla de como tratar de ganar dinero en ese terreno.
¡Hola! Acabo de encontrar tu blog, aunque encontré una entrada tuya del 2008, sobre ayudas para escribir y la verdad que me han ayudado a centrarme un poquito más, pero tengo un problema que no lo has resuelto en esa entrada... ¡No sé como empezar a escribir! Tengo la historia pensada, sé de lo que quiero que vaya, sé todo... pero no sé cómo comenzar :(
ResponderEliminar¿Qué podría hacer? Un saludo y gracias!!
En cuanto a comenzar, lo mejor es hacerlo con algo que enganche al lector. Por ejemplo, con una escena de acción, o precisamente en mitad de la escena.
ResponderEliminarDe todas formas, muchas veces creemos que una historia se tiene que escribir de forma lineal; es decir, partiendo del principio hasta el final. Pero no es así. Puedes comenzar por escribir la parte de tu relato que te interesa más y dejar el principio para después. A lo mejor, una vez que has contado todo, se te ocurre una mejor forma de empezar.