Es lo que tienen los modelos de negocio: que hay que probarlos para saber si funcionan o no. Y claro, no se pueden probar de la noche a la mañana, sino que exigen tiempo para madurar. Por lo tanto, no se puede intentar algo y, si no rinde en 3 meses, cerrar el quiosco.
Esto de los modelos de negocio, manido hasta la saciedad, es algo que nos concierne a aquellos que aspiramos a poder vivir algún día de nuestros contenidos, sean del tipo que sea. Olvídate de andar equiparando descargas con robo y de llorar por las esquinas. Mejor emplea tu tiempo en pensar que puedes hacer para convertir esas descargas en dinero, sea de manera directa o indirecta (con un loss leader).
El otro día, divagando un poco camino al trabajo, se me ocurrió una formula que podría ser interesante de poner en práctica y que, al menos yo, trataré de hacerlo a ver si funciona. Lo dije en su momento en un tuit:
Idea. Libro en la web, gratuito pero estilo parco, directo. Libro de pago, estilo mas prolijo, con extras.
Lo cual, desarrollado, quedaría más o menos así:
- Publicar un libro pensado para su lectura vía web o en la computadora. Para ello, el estilo debería prescindir de toda floritura: mínimas descripciones, oraciones cortas, mucho diálogo, etc. Preferiblemente en formato blog y con descarga en PDF.
- Preparar una edición de pago, reescribiendo en parte el libro añadiendo descripciones o añadiendo extras. Por ejemplo, supongamos que en una parte, un personaje se separa del grupo con el que está y luego vuelve. En la edición con extras (que estarían incluidos en la narración, mejor que en un aparte), se contaría que es lo que ocurrió con ese personaje.
De esta forma, brindaríamos al lector nuestra historia completa de manera gratuita, pero bajo pago complementos que la enriquezcan y que le darían una razón para pagar por ella. No creo en lo de pagar por el final porque, si nuestra historia no es de buena calidad, manteniendo enganchado al lector de manera que no pueda vivir sin ella, dudo mucho que funcione. Soy más partidario de mimar al lector.
Se podría decir que es un modelo tipo iPhone: el aparatito de marras te sirve para lo que está concebido de base: hablar por teléfono y navegar por Internet. Eso sí, es ampliable y puede hacer mucho más si pasas por caja.
¿Funcionaría? No lo sé. Por intentarlo, no se pierde nada. Aquí lo dejo por si alguien se anima. No es fácil y hay que tener una cierta maña como narrador, pero son estos los tiempos en los que debemos intentar cualquier cosa porque aún, por mucho que se empeñen, en Internet queda mucho por inventar.
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