En tu web, tu microcontenido, tu eres tu servidor, tu eres tu línea editorial, tu eres tu gestor publicitario y decides lo que va y lo que no. En las redes sociales propietarias estás de invitado, y te consienten mientras no decidan que no eres bienvenido o entroncas en SU línea editorial.
Las negritas son del mismo autor de la entrada, Fernando Tellado. Pero no tengo problema en suscribirlas. Por eso me escama tanto usar Facebook para colocar contenido original. ¿Que quieres usar Facebook para promocionar tu sitio? Pues vale, pero con repliques allí los contenidos completos (aunque sea de manera automática). Saca a tus lectores del caralibro mostrando sólo el inicio del artículo con la aplicación NetworkedBlogs.
Porque… ¿un usuario que puede leer todo lo que escribas sin salir de Facebook luego se va a convertir en un usuario fiel a tu sitio? ¿Lo hará un porcentaje de usuarios significativo o sólo aquellos que saben que hay algo más en la red que esa web paralela en la que pretende convertirse esa red social?
Mientras tanto, yo trato de descubrirle un uso útil a Facebook más allá de encontrar (no, decirle “’Ay va, estás aquí” y no volver a saber más) viejos amigos.
De verdad, donde esté un buen blog…
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