En cuanto vuelva a la vida normal (tras este periodo vacacional / desempleado), voy a llevar a cabo una pequeña prueba: preguntaré a quien me quiera recibir la pregunta en qué ciudad se han celebrado los juegos olímpicos, si en Beijing o en Pekín. ¿Apostamos a que la mayoría de la gente me va a decir que en la primera, no en la segunda?
¿Qué pasa, que me las quiero dar de listo? No, ni mucho menos. Yo era de los que pensaba que Pekín era una ciudad distinta de Beijing, cuando resulta que Beijing es la forma en la que se ha dado en llamar a Pekín por los media, siempre innovadores en cuestiones lingüisticas. Pekín, entonces, se ha convertido en una ciudad fantasma, que no existe, o que existe en alguna parte diferente de China. Beijing es la ciudad de los juegos olímpicos, una ciudad que representa a la China moderna. Pekín está trasnochada, debe de haber quedado abandonada en alguna parte.
No estoy en contra de la evolución del idioma siempre y cuando lo que traigan las nuevas palabras sean beneficios y no perjuicios (un nombre para algo que no lo tiene, por ejemplo). Pero esa costumbre (que ya data de la época de la matanza de Tiananmén) de llamar a lo que hasta no hace mucho venía siendo Pekín como Beijing, lo único que hace es causar una dislocación geoespacial en la gente, que piensa en dos ciudades diferentes cuando sólo es una, llamada de dos formas simplemente por capricho de los media. ¿O será que los abusos a los derechos humanos suceden en Pekín, ciudad rancia, y no en la Beijing que alberga los juegos olímpicos?
Entrada motivada por esta otra de El Francotirador. Información sobre el uso de Beijing, aquí.
Por cierto, estoy seguro que no soy al único que estos juegos olímpicos le parece la gran bajada de pantalones del COI.
Es curioso ver como mucha gente esta confundida con respecto a el nombre. En mi weblog he escrito una pequeña entrada sobre los presentes juegos olímpicos y me han reclamado que es en Beijin y no en Pekin
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