Si a la hora de plantear un proyecto, ofreces un blog como parte de él, tiene que haber una persona especialmente designada para ocuparse exclusivamente de él.
Se trata de disponer de una especie de reportero interno, que vaya documentando todas las partes del proceso que se lleven a cabo. Vamos, lo que me había propuesto yo con el blog del festival de teatro y que, con el poco tiempo que se disponía para hacer todo lo que se tenía que hacer, no ha funcionado como esperaba.
Esto me ha llevado a constatar lo que ya suponía: bloguear las "interioridades" de un proyecto debe ser una actividad casi a tiempo completo, o por lo menos ajena a otras responsabilidades dentro del mismo proyecto. Alguien tiene que tomar fotos, convertir en texto las palabras que vuelan por el aire, grabar en vídeo, en audio... Si no, el blog termina convirtiéndose en tan sólo un medio presencial, en una web estática muy barata de poner en marcha. Vamos, que no es un blog.
No lo considero un fracaso, ni mucho menos: se han sacado unas cuantas lecciones, y no sólo en el blog, sino en toda la realización del festival. Ha habido puntos oscuros, pero la ventaja (anímica) de todo ha sido que lo enfrentamos como un "aprender haciendo", como algo en proceso de creación e instauración. Creo que todos los participantes hemos aprendido mucho y, en un futuro, esas enseñanzas tendrán su aplicación práctica.
En lo tocante al blog, sólo quiero recalcar eso: hace falta que alguien se dedique únicamente a ello. Si vas a hacer un blog sobre una exposición y quieres documentar todo el proceso, o te dedicas a organizar o te dedicas a bloguear. Si no, el blog quedará incompleto y no cumplirá la función de comunicación y documentación que le tienes asignada.
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