Muchos amigos piensan que nuestros aportes quedan cojos por ello, que son poco generalizables, que nuestros resultados son útiles poco más allá de nuestro entorno. Nosotros lo vemos desde un punto de vista diferente: ¿Por qué pensar desde los supuestos intereses de unas abstracciones que no existen por si mismas y que en todo caso no son son las personas a quienes queremos y que nos importan? ¿Para qué? Sin embargo es la forma en que se nos enseña a pensar desde niños. Pensar desde el lugar de Dios, que es el del estado nacional, pensar por todos.Aprovecho este párrafo de David para irme por otro lado a lo que él explica en su post (y con lo que estoy de acuerdo, por cierto). Es decir, desde un punto de vista más doméstico, no en el aberrante sentido de "nacional" que le han terminado de dar los media, sino en el sentido de... bueno, en el sentido de ir en pijama, con bata y zapatillas de felpa.
El surgimiento de la blogosfera permitió la expansión de la experiencia individual. Creo que no soy el único que, en muchas ocasiones, no se ha visto reflejado en los discursos generalizadores. Y es que lo puede valer para ti, puede no valer para mí. La extensión de Firefox que para mí es magnífica, para ti resulta inútil; el libro que para mí contiene un cúmulo de sabiduría, para ti puede ser un cúmulo de aburrimiento, pero eso no le quita validez a ambos puntos de vista.
Circulan por la web innumerables artículos de como se debe hacer esta o aquella cosa. De hecho, yo he escrito alguno (y varios más que los seguirán). Sin embargo, como con todo, hay que aproximarse a ellos desde el punto de vista individual, no como si se tratase de dogmas que seguir a pie juntillas. Hay que tomarlos como las experiencias de personas que las relatan por si les resultan útiles a otros, pero sin garantía de que funcionen. Si alguien te vende una garantía donde las variables involucradas son tantas que no se pueden contar, ese alguien te está timando.
Recuerdo cuando gastaba mi dinero en libros sobre como escribir. Me ha sido más útil lo que he ido entresacando de la experiencia de diferentes personas de aquí y de allá (la mayoría de las veces por medio de la red) que lo que leí en aquellas páginas. Y eso, lo aplico en otros muchos ámbitos. Precisamente, ha sido el poder acceder a tantas experiencias diferentes en tantos temas diferentes que el nivel de mi criticidad ha aumentado varios enteros.
El discurso universalista que menciona David es algo aplicable no sólo al tema del que trata su post, sino también a las pequeñas cosas diarias. A cada paso que damos, siempre hay alguien que quiere decirnos (y, a lo mejor, con buena fe) como debemos dar el siguiente. Porque sabe como es la manera correcta.
Mejor, déjame ver como caminas. Entonces, me fijaré si la postura de tu pie es la adecuada para el mío, o si mejor yo debo flexionar las rodillas ligeramente más que tú. Y después, me pondré a andar, muy posiblemente en una dirección diferente a la tuya.
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