¿Cuántos consejos has encontrado en blogs que has dicho “esto me ha de ser de utilidad” o “completamente de acuerdo: lo aplicaré”? ¿Y cuantas veces se te ha olvidado en el mismo momento que has abandonado la página o el feed? Quien dice consejo, dice afirmación, frase, loquesea. Y, claro, no necesariamente tienen que provenir de blogs.
A mí me pasa muchas veces, demasiadas. Y ya me he cansado. Toda esa información útil no puede ir al trastero de mi memoria (por mucho que se quede en el disco duro). Tiene que estar al alcance de la mano, tengo que repasarla de vez en cuando, tengo que interiorizarla. Hay costumbres que me gustaría cambiar, nuevos hábitos que desearía adoptar, y quizá sí los veo a cada momento...
Paso de programas de notas que me cargan la memoria (ahora sí, la de la computadora) y me ralentizan el trabajo. He probado los suficientes como para saber que a mí no me funciona ese método. Así que se me ha ocurrido una idea. Voy a ponerlos en el lugar que tengo más a mano y que no me estorba: el papel tapiz o wallpaper. Y voy a compartir a continuación como hacerlo.
Ingredientes:
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Inkscape o cualquier editor de imágenes: las ventajas de Inkscape son que el programa es libre, es gratutito y es un editor de dibujo vectorial. Sin embargo, cuando veas el proceso te darás cuenta de que puedes emplear el editor que más te guste.
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Una selección de frases que deseas tener presentes a cada momento.
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Un escritorio sin muchos iconos. Preferiblemente, ninguno.
Preparación:
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Crea un archivo con las dimensiones de tu escritorio. En mi caso, lo hice de 1280 x 800.
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Pega en el archivo en blanco la imagen que quieres como fondo de escritorio. En InterfaceLIFT puedes encontrar algunos wallpapers muy buenos. A mí, últimamente me ha dado por los de naturaleza: he descubierto que me relajan.
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Pega sobre el wallpaper los textos que deseas que aparezcan. Tienes que hacer que resalten y que se puedan leer con facilidad. Acomódalos preferiblemente dejando un espacio a la izquierda para unos pocos iconos.
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Una vez que acomodaste el texto a tu gusto, guarda el archivo. No te olvides de guardarlo en un formato que se pueda colocar como papel tapiz.
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Colóca el archivo como papel tapiz.
La ventaja de utilizar un editor vectorial es que permite modificar nuestro wallpaper con mucha más facilidad (o al menos para mí, poco ducho en Gimp y Photoshopes varios). No te olvides de guardar los archivos originales que generes, para poder editarlos y cambiarlos cuando lo desees con más facilidad.
Como reseñé un poco más arriba, es recomendable que tengas pocos iconos o ninguno en el escritorio, porque sino la experiencia de encender tu computadora se va convertir en algo tan estresante como meterte en un nido de Aliens para tratar de hacer amigos.
Yo lo he probado. Tengo mis dos sistemas (Windows y Ubuntu) con wallpapers de este tipo, recién hechos. Los he construido con una serie de consejos sacados de Lifehack.org. Si hacéis la prueba, ya me contaréis como os ha ido.
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