Aquí va una pequeña lista de las cosas que he aprendido en este año en el que me integré de manera regular a la bogosfera (así exista o no). Es más bien una exhibición de una conversación conmigo mismo, y no tiene ningún afán didactico ni nada por el estilo. Tomadlas como algo muy subjetivo, fruto de la experiencia de este año, que me digo a mí mismo para no olvidarme. Por cierto, intuyo que son todas las que están pero no están todas las que son.
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Si se te ocurre una idea para un post, apúntala. Si no, se te va a olvidar.
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Cuando se te ocurra una entrada, ponte a escribirla. No le des muchas vueltas, simplemente hazlo.
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El post que menos te esperas es el que, de pronto, te atrae más visitas.
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Igualmente, el que menos te esperas es donde te ponen comentarios.
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Por lo tanto, ese que elaboraste con tanto detalle y en el que pusiste tanto esfuerzo, es muy posible que no sea ni el más visitado, ni el más comentado.
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Comentar en otros blogs te trae visitas.
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Son más bonitas las cifras de Feedburner que las de Google Analytics, sobre todo porque estas últimas te muestran cuanta gente te manda Google y que poquísima gente se queda; las otras, te muestran sólo los que se quedan.
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Una entrada larga no equivale a una entrada mejor (repítelo 100 veces a ver si se te queda).
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Los horrores errores ortográficos y gramaticales duelen más cuando los ves publicados en entradas de hace tiempo.
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Las frases largas hacen el camino más largo y más complicado.
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Cuanto más formal y académico intentas ser, más pareces un "enteradillo" (ay, que defecto).
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Cuanto más sencillo, mejor.
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Cuanto más breve, mejor.
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Que publiques mucho no significa que tengas más visitas.
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Pero si publicas poco, las visitas caen de manera casi garantizada.
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Poco o mucho es relativo.
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No hagas en tu blog lo que no te gusta ver en otro.
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Las visitas crecen con el tiempo. Los suscriptores, también. Obsesionarse no vale para nada.
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