Una de las cosas que siempre enseño en clase es acerca de las direcciones en Internet, haciendo énfasis en que nunca llevan determinados caracteres (tildes y eñes principalmente, relacionados con nuestro lenguaje). Bueno, pues ahora esto ha cambiado. Lo supe por uno de los blogs a los que estoy suscrito.
Si ya para un usuario normal y corriente resulta bastante beneficioso, para los que estamos relacionados con la informática, y especialmente los profesores, resulta casi vital usar el sistema de suscripciones RSS y, como no, los blogs para mantenerse al día.
Aunque, pensándolo bien, y dadas las limitaciones temporales de la medida, no sé hasta que punto incorporarlo en las clases. A lo mejor les hago más lío. Además, no creo que todo el mundo vaya a adaptar sus direcciones. No me parece algo que se pueda hacer indiscriminadamente, sin pensar un poco en el usuario. Por ejemplo, puede resultar conveniente cambiar una dirección que tenga la palabra "anos" por "años" (según que sitios, también), esquivando de esta manera los chistecitos faciles y facilitándole las cosas al usuario (más acostumbrado a escribir la "ñ" cuando ponía "años"). Pero, ¿y las palabras con tilde? ¡Si es una de las normas ortográficas menos respetadas! Ya me imagino la conversación:
- ¿Entraste en mi sitio?
- Sí, pero no era el tuyo.
- ¿Pusiste la tilde?
- Ay, no.
- Es "panteón", con tilde al final.
- ¿En la "e" o en la "o"?
Por lo tanto, hay que pensarlo dos veces antes de ponerle una tilde a nuestra dirección web. Yo, por lo menos, si algún día me compro un dominio con mi nombre, no pienso ponerle tilde.
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