Pedazo de entrada que se ha marcado José Playo a favor de los localismos:
Me costaba y me cuesta mucho entender porqué si acá aceptamos desde siempre esas guarras traducciones horriblemente lejanas a nuestra realidad, a algunos les cuesta tanto esfuerzo descular un párrafo con dos o tres palabras en perfecto lunfardo.
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Luego de décadas gastando pasta en traducciones cutres, tal vez sea hora de que dejemos de pensar que hay una sola forma de decir las cosas: estoy hasta las pelotas de que mis héroes literarios “se líen con una tía”, “monten un negocio”, “alquilen un piso” y “se soplen la polla”. Tengo sed de localismos, de giros de calles cercanas, de registros costumbristas de veredas que yo pueda palpar.
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Mola la pluralidad, vislumbrar el río de tinta desde la orilla opuesta, que le digamos esto a los lectores que vienen, a los aprendices de escritores que ya están empezando a buscar “gilipollas” en el diccionario: vale la pena escribir como hablamos.
Y ojo, que soy de los que escriben “gilipollas” y mando a mis personajes “a tomar por culo” entre ellos simplemente porque es lo que he mamado y porque, además, me hace sentir más cerca estando tan lejos.
Si bien para otro tipo de textos puede ser muy adecuado la búsqueda del “español universal”, para la ficción es todo lo contrario. Además, ¿son los localismos en verdad una traba para entender un texto, especialmente en la era Google? Igual que los que no dominamos plenamente el inglés, nos defendemos con fluidez gracias a que, si los falsos amigos no nos juegan una mala pasada, deducimos el significado de una palabra por medio de su contexto, un texto con localismos puede ser perfectamente entendible aunque se desconozcan una o dos palabras. O incluso si se desconocen muchas.
Por cierto, que será más barato comprar traducido de fuera, pero hoy en día, con un buen procesador de textos, una buena base de datos de palabras y tal vez alguna que otra macro, se pueden hacer maravillas. Pero es en estas pequeñas cosas donde se evidencian las desigualdades, coño. O donde se les ve el plumero a algunos.
Que paso con Zona Cerebral...era tu blog cierto??
ResponderEliminarNo, te equivocas de Iván, me temo ;-)
ResponderEliminarSin embargo, no me había dado cuenta... Es cierto, ¿que pasó con Zona Cerebral?