Dice el tendero digital que quería tener una excusa para poner esta foto y que por fin la ha encontrado (hablando de las empresas oscurantistas). A mí, también me ha encantado la foto. Refleja de manera directa y llamativa una filosofía con la que comulgo abiertamente (por hacer el juego fácil de palabras) y que, además, estoy empeñado en practicar.
Pero no sólo a las empresas les iría bien con una apertura total: a las personas, a los individuos, también nos vendría muy bien, y no sólo en el sentido laboral. Dar a conocer tus opiniones y tus puntos de vista hacen que la exposición pública te lleve a exponerte a las críticas, a las opiniones divergentes, incluso a los insultos descriteriados. Y eso es bueno. Como reza el dicho, “lo que jode, curte”. Y aunque duele o molesta, también te enriquece.
Nuestra cultura es una cultura del secretismo. Por un lado, siempre nos han dicho que callemos y no destaquemos para pasar mediocre pero tranquilamente por la vida. Por otro lado, nos han vendido la moto de que la competitividad efectiva pasa por esconderte para saltar mejor sobre la espalda del enemigo (por decirlo así), que la gestión de la información pasa por ocultarla de manera efectiva para que otros no se aprovechen de la ventaja que ésta te da (y la ventaja la tienes sólo porque ocultas esa información). Y, como dice el tendero, así les va a esas empresas.
Quiero creer que la época de las emboscadas ha pasado, que lo que se va a llevar ahora van a ser los “duelos al sol”: uno frente al otro, a ver quien desenfunda más rápido y tiene más puntería, y que gane el mejor. Siempre existirán los personajes arteros que maquinarán entre sombras todo tipo de ardites para conseguir una ventaja basada en la oscuridad, pero ojalá logre implantarse la tendencia a la apertura que se anda predicando por todos los rincones de la red.
Recuerdo a un compañero de trabajo que me hablaba en una ocasión de diseñadores que tapaban con un brazo el teclado para que no se viesen las combinaciones de teclas que pulsaban al usar el Photoshop. Aún hay mucha gente que basan su ventaja en crear de manera artificial desventajas en los demás, no en su capacidad y creatividad. En mis clases, cuando un alumno mira a la pantalla de otro durante un ejercicio para ver como lo ha hecho y el observado trata de tapar la pantalla, generalmente se gana una regañina. Si tu ventaja es la desventaja de los demás, vas dado.
Ya veo que no soy el único al que le gusta Pam...
ResponderEliminarSaludos