Llevo unos pocos días en Twitter y, a pesar de no hallarle aún una utilidad personal, he de admitir que, incluso con mis limitaciones de conexión, engancha.
Twitter es una de esas herramientas que, sin que parezca tener un propósito o utilidad previa, pensada de antemano, poco a poco van saliéndoles las posibilidades por todas partes. Sin duda, y sé que no digo algo nuevo, para los media representa una verdadera oportunidad para integrarse en la vida virtual actual y revalorizarse, en lugar de aparecer siempre como los que llegan tarde a todos los avances.
Respecto a Twitter como medio de noticias, el Francotirador acaba de publicar una entrada muy interesante acerca de su experiencia con el servicio en ese sentido. Su crítica a los medios chilenos es extensible a otros países, incluyendo España, por mucho que ponga a El País como líder tradicional. A los media todavía les cuesta reaccionar.
Lo fascinante de Twitter, como otros proyectos en la red (por ejemplo, muchas redes sociales), es como se lanzan a la mar brava sin tener aún claro un modelo de negocio. Caen al agua y, sin saber a donde ir, se ponen a nadar con la seguridad de que en algún momento llegarán a algún sitio. Pero se corre el riesgo de cansarse antes de llegar a cualquier sitio, y entonces... glu, glu, glu. ¿Le pasará algo así a Twitter? Ojalá que no.
Sin embargo, esta capacidad de inciativa que tienen algunos individuos, deberían tenerla también los media: contando con más recursos, ¿cuál es su razón para no "lanzarse a la mar"? Lo siento, el argumento económico no me convence. Si se cuenta con recursos, se puede asignar una mínima parte a probar nuevas herramientas tecnológicas sin esperar a que otros lo hagan antes. Los media deberían ser early adopters, probando sin cesar cada nueva invención que aparezca. Unas funcionarán, otras no, pero lograrían quitarse de encima esta etiqueta de rezagados que tienen al día de hoy.
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