El futuro es esta señora. No es el iPhone, ni la mesita interactiva de Microsoft, ni los reproductores portátiles de audio y vídeo. El futuro es que personas como María Amelia López (con 95 años, camino de 96) formen parte de la gran conversación, aunque sea con una mano que les ayude. El futuro no es que estén disponibles las obras artísticas por Internet: es que todos nos las podamos bajar y las podamos compartir con aquellos que, por alguna razón, no pueden hacerlo. El futuro no es que nosotros hablemos, sino que los que no saben hacerlo puedan.
Yuanhai Kou: el megabuque solar que transporta coches chinos hacia una
logística más sostenible
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El comercio internacional marítimo está dando un paso clave hacia la
sostenibilidad con la llegada del Yuanhai Kou, el mayor buque portacoches
del mundo i...
Hace 2 horas
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