Una persona A oye hablar de una serie en Internet: Dexter. Lee muy buenas críticas y decide descargársela.
A queda fascinado por la serie y ve todas las temporadas.
Un buen día, en un blog publican una reseña sobre el libro en el que está basada la serie. A se entera de la reseña por Menéame.
A lee la reseña y, al día siguiente, va a una librería y compra el libro.
La editorial gana dinero. El autor original gana dinero.
Y, sin duda, la productora de la serie ya ganó dinero con la edición en DVD de las temporadas gracias a que por medio de Internet, la serie llegó a público al que no hubiera llegado por los canales habituales (o por lo menos no con la misma rapidez).
Y así, entre muchas posibilidades y muchos otros ejemplos que se pueden poner. Sé que el razonamiento es un poco flojo, pero por ahí van los tiros.
Pues ea, me llamo A y soy esa persona. Me has calado bien. Un saludo.
ResponderEliminarSaludos profe Iván. Es totalmente cierto, los creadores y los artistas deben agradecer la gran difusión que posee el Internet y aceptarlo como un gran motor colectivo. Igualmente las licencias alternativas y todo el movimiento del software libre son dignos de reconocimiento y apoyo.
ResponderEliminarY que nadie venga con los típicos discursos de la piratería.
Ni tan flojo, se oyó fuerte y claro.
ResponderEliminargolpazo!!!! verdades como catedrales
ResponderEliminar