He de reconocer que no me siento muy atraído por ningún programa de Microsoft. La misma imagen que la compañía se ha proyectado hace que siempre desconfíe de cualquier cosa que hagan. Sin embargo, sentía curiosidad por probar este programa para publicar entradas en blogs. Había leído buenas referencias acerca de él y, a pesar de sentirme contento con mi Zoundry, me he animado a probarlo. Y he aquí un reporte.
Primero, he de decir que casi no lo instalo. Me baje el instalador, lo ejecuté, me pidió conectarme y así lo hice. De ahí, una nueva descarga, más lenta que la anterior. Con el dial-up desde móvil que estoy utilizando, estas cosas terminan siendo un lujo, pero decidí ir hasta el final. Eso sí, escamado: ¿cómo que revisando mi computadora a ver si tengo algún programa de Live instalado? Ese tipo de cosas, viniendo de quien vienen, asustan.
Sin embargo, a pesar de todo, por fin apareció el programa... ¡con la cuenta de este blog ya instalada! Eso, a pesar de que hace que el programa sea prácticamente instalar y escribir, no me hace mucha gracia. Ni me ha pedido una sola dirección, ni una sola contraseña. ¿Dónde ha estado urgando el programa sin mi autorización? Ver, en una columna situada a la derecha, el nombre de este blog, sin que yo haya dado ni un solo clic ni pulsado una sola tecla, me enerva un tanto. Para cosas que no son tan complejas, los automatismos no me gustan.
Investigo un poco. Voy a revisar mi cuenta. Han conseguido hasta mi contraseña. Incluso han incluido una configuración FTP que tenía colocada en Firefox. Sí, oigh, que bonito, que eficiencia. ¿En que momento me han pedido permiso para hacer eso, que no me he enterado?
El caso es que me pongo ha escribir esta entrada y, a la hora de publicar, me dice que nones, que tengo que actualizar la configuración de mi cuenta. Bueno, tanto automatismo parece que no ha funcionado como debería. Lo hago y, entonces... Crash. No, el programa no se cierra, sino que el aspecto más atractivo del programa, la posibilidad de escribir empleando la misma plantilla de tu blog para ello (y así ver como quedará una vez publicado) ya no funciona. Por más que intento que lo haga (actualizando el estilo del blog, aceptando cuando lo pide para que se haga con la plantilla), ya no hay como. Y digo "ya" porque antes, cuando comencé a escribir esta entrada, si era posible. Por cierto, también se ha ido al diablo la opción de las "categorías", las etiquetas de Blogger.
A pesar de todo, insisto: intento publicar todo esto que he escrito y... Error. Vale. Que bien. Ahora no me lo quiere publicar.
En resumen, la experiencia no ha sido muy positiva ha sido negativa. El programa tiene una interfaz más bonita que otros programas del mismo tipo que he probado, pero ¿de que sirve un editor de entradas si no puedes luego publicarlas?. Según he leído en otros sitios, parece que este programa les está funcionando bien a otras personas. Pero a mí, la verdad es que no me está aportando nada que no tuviese anteriormente me está resultando un desastre. Lo intente, Bill y Steve, de verdad. Pero que no hay manera, tíos.
Por cierto, esto lo termine por publicar vía Zoundry, que sí funciona.
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