Estiércol en un ventilador

Pues ya está bien. Ya basta. Basta de decir que Internet está lleno de mentiras, porque si acaso, es el mundo el que está lleno de mentirosos.

Me sigue asombrando la facilidad con la que se sueltan cierta sarta de tonterías acerca de la web. Me sorprende porque aún no entiendo como personas ajenas a ella pueden pontificar sin ningún tipo de vergüenza sobre algo que evidentemente desconocen.

Me refiero a personas ajenas no porque tal vez no tengan un blog, o su propia página web, sino porque no entienden para nada la naturaleza del medio al que se refieren. Porque es un medio, no un “media”.

No se puede afirmar con toda ligereza que “Internet está lleno de mentiras” porque estás esparciendo estiércol con un ventilador. Para empezar, esa afirmación es igual a decir que “Los papeles están llenos de mentiras”. Ah, te refieres a los periódicos. ¿No? ¿A todos los papeles? ¿Incluidos los cuadernos escolares? ¿Incluido aquel en el que se imprimen los libros que usan las universidades? Uy.

Segundo: En Internet no se verifica nada. ¿En qué partes exactamente? ¿Se refiere a la Wikipedia, a Digg, a Menéame? ¿O lo dice por el New York Times o El País? ¿Tal vez habla de los blogs? ¿Y de cuál en concreto?

Ya cansa todo esto. Que lo que aparece en Internet es en su mayoría falso, debe haber sido el meme (en la acepción original de Richard Dawkins) que más rápidamente se ha propagado en la historia (y es cierto, esto no lo he verificado). Como dice Ricardo Galli en su entrada, no es nada contra la chica que dijo todo esto: en mi caso es contra todos aquellos que repiten estas estúpidas afirmaciones como loros, que tratan de satanizar la red sin formar parte de ella, sin entenderla. Es contra aquellos que ven Internet como un enemigo, como un sustituto, como el empleado nuevo que va a quitarles su trabajo, cuando sólo se trata de un apoyo, de un complemento, de un gran avance de la humanidad. Como todo, tiene sus lados positivos y negativos, y encima tiene muchísimos lados, cada vez más. Le crecen lados por todas partes, más que acné en la cara de un adolescente.

Esto es como la anécdota que se cuenta sobre el rey de Portugal, que al ir a recibir a un embajador de apellido “Porras y Porras” (término que, por lo visto, en portugues se refiere al miembro viril) dijo que lo que le molestaba era la insistencia. A ver si se dan cuenta de que Internet sigue creciendo a pesar de su insistencia, de que la gente lo utiliza como fuente de información a pesar de su insistencia y de que denostar Internet con ligereza es una grave irresponsabilidad por parte de un medio de comunicación o de alguien vinculado a uno: están señalando como algo comprobado un hecho incomprobable debido a las dimensiones de la comprobación, y de esta manera eluden, tapan o distraen de otros problemas que vienen por la red o que ésta magnifica. Por ejemplo, la falta de costumbre de contrastar las informaciones por parte del individuo común y silvestre, la pereza de recurrir a diferentes fuentes para documentarse o el plagio indiscriminado. Esos no son problemas de Internet, son problemas de las personas que usan, aunque sólo sea una vez, Internet.

No. Es más fácil y rápido echar estiércol en un ventilador. Y si es mucho, mejor. Si con el estiércol tapamos otras cosas más que también nos interesan, no importa. El objetivo es cubrir de mierda el mayor área posible. Aunque sea inútil.