Google humano se pasó por el FICOD (Foro Internacional de Contenidos Digitales) e hizo una reseña sobre algunas cosas que vio allí. La mención de Bubok hizo que me viniesen a la cabeza algunas ideas acerca de los servicios web de autopublicación en papel. Desconozco si alguna de estas ideas ya están implementadas, aunque por lo que alcancé a ver en Lulu en su momento no fue así. Aquí están esas ideas o cosas que me gustaría ver para considerar estos servicios como algo más que un tiro a ciegas (como autor):
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El problema de la impresión personalizada de libros (o autopublicación) por medio de un servicio web es el de siempre: la promoción. Sin promoción, puede ser tu libro todo lo bueno que quieras, que no te va a rendir beneficios. Hasta que no aparezca una fórmula o un servicio que te ayude a publicitar tu material, seguiremos en las mismas. ¿Minicampañas publicitarias a cambio de un porcentaje de las ventas? Podría ser una alternativa.
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¿Por qué las empresas que brindan estos servicios, como Lulu o el próximo Bubok, no trabajan en conjunto con la librerías, ofreciéndoles precios de venta un poco más bajos a cambio de que compren un cierto número de libros para la venta en sus establecimientos? Todo, claro está, mediante consentimiento previo del autor. En materia de libros, todavía sigue pesando mucho el entorno físico, el encontrar el libro, tenerlo en la mano y llevártelo en ese mismo momento. La inmediatez en el acceso cuenta bastante en este campo.
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Todos los servicios web dedicados a la autopublicación deberían permitir descargarse al menos el primer capítulo de un libro, que funcionaría a manera de “trailer”, como con las películas. Seguro que aumentaría las ventas.
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Hasta que no se encuentre un sistema universal de pago, las ventas por Internet no van a desarrollar todo su potencial. No todos tenemos tarjeta de crédito, pero cada vez más gente tenemos móvil. ¿Para cuando un pago a través de las operadoras, con por lo menos una de cada país en el que se hable el idioma en que se publica el libro? Quizá los libros no sean el producto adecuado para probar este método, pero a lo mejor lanzándote a la piscina aprendes a nadar.
Si alguna de estas ideas ya ha sido aplicada, me gustaría saberlo (y dónde se ha puesto en marcha). Y si tenéis alguna idea más, para algo están los comentarios.
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