El Rastro en 1929
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Una vez le dijo una amiga mía a otra amiga suya: "Te voy a presentar a dos chicos: uno habla como madrileño, el otro es un madrileño de verdad". El segundo era yo. Siempre me ha encantado esta anécdota de la que me siento muy orgulloso. A pesar de estar fuera de ella, adoro la ciudad donde nací. No hay nada como caminar por sus calle, atravesando el bullicio de sus tardes de fines de semana o abriéndose paso por el silencio de sus madrugadas.
StumbleUpon se ha decidido hoy a darme un regalo: este sitio. Contiene fotos antiguas de Madrid, a cual más curiosa. Las fotos están un poco desordenadas, colocadas a la buena de Dios, por alguien que sin duda mucho de HTML no ha de saber. Pero vale la pena, madre mía. Cuidadito, que la página está pesada, bastante pesada: están todas las imágenes a tamaño completo metidas de una sola.
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