El placer de tumblear

Menuda sorpresa que me he llevado esta mañana cuando, vía Twitter (gracias @lahueca), me enteré de que Antonio Cambronero me citaba en su post “20 usuarios de Tumblr para iniciarse” como uno de los usuarios a seguir. Agradecer desde aquí a Antonio el favor que me hace, especialmente cuando mi Tumblelog no cumple ni siquiera un mes.

No sé que tan digno de estar en esa selección soy (según los comentarios, ninguno lo somos :P), pero la verdad es que la costumbre de postear en Tumblr la he adquirido rápido. Lo que antes se iba a mi cuenta de Twitter, también va a parar allá, pero vía Tumblr. Claro que pasar por medio del tumblelog para llegar al artículo orginal me parece un tanto engorroso para el usuario, pero prefiero este sistema al anterios porque por fin he hallado un sitio en el que almacenar enlaces que me parecen interesantes para conservarlos y recuperarlos con cierta rapidez.

Hasta el momento, ningún sistema me había llegado a convencer: ni Delicious, ni las etiquetas de Google Reader, ni los clippings de FeedDemon. Y no sé por qué, ya que todos son buenos sistemas. Además, tiendo a desconfiar de la nube (o al menos de los proveedores de Internet), por lo que me parece raro hasta a mí que convierta Tumblr en mi repositorio de enlaces. Aunque sospecho de algunas razones…

• Velocidad y poco esfuerzo: el bookmarklet de Tumblr es una maravilla. Aunque he de reconocer que falla algunas veces, me gusta la integración que permite con el navegador, incluyendo de forma automática en el tumbleo el texto que has seleccionado, entre otras cosas.
• Híbrido entre publicación y almacenamiento: me encanta poder añadirle una descripción a un enlace. Sobre todo, si lo único que tengo que hacer es seleccionar el texto del post que quiero incluir. El apartado de citas me permite resaltar textos que no alcanzarían en Twitter y que además puedo recuperar con más facilidad (aunque sea al azar).
• Perdurabilidad: en Twitter, los enlaces se van como un barquito de papel sobre un arroyo formado por un deshielo. Y no lo digo tanto por tus seguidores, como por mí mismo: recuperar algo de mi cuenta puede ser una odisea tan grande que mejor me pongo a buscar por Google los términos que recuerde para llegar al post original.

He de admitir que me resistí mucho a tener un tumblelog, pero ahora que lo tengo, estoy muy contento con él. Y lo curioso es que lo que me animó a tenerlo fue precisamente otro post de Antonio Cambronero…

Ah, se me olvidaba… Ya puestos, me abrí otro tumblelog que recoge todo lo que hago por la web que tenga feed RSS. Lo digo por si interesa a alguien.