10. Nunca, JAMÁS, descatalogues una película. Si no quieres distribuirla, véndesela a otro distribuidor o súbela al maldito eMule. Pero no secuestres cultura. Ésa es la verdadera piratería.
El pianista, en un decálogo que se ha marcado para los distribuidores de DVD. Los nueve anteriores están también cargados de razón, pero con éste lo borda.
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