Ciudadano Kane es una de mis películas favoritas, igual que su director, Orson Welles, es uno de mis artistas favoritos: su biografía me la devoré en tres días.
Nota más personal: en base a lo que leí en esa biografía, me dio por acuñar para mis adentros lo que di en llamar el Método Welles: trabajar para ganar dinero y hacer los proyectos que te viniesen en gana, cosa que hacía este maestro habitualmente.
En dicha película, hay una escena en la que Kane le dice a un corresponsal: “… Usted suministre las ilustraciones que yo suministraré la guerra”. O algo así, porque lo cierto es que esta es la frase original que pronunció la persona en la que se “inspiraba” (porque eso era algo más que inspiración) el personaje de Kane: el magnate William Randolph Hearst.
En el blog Historias con historia se ha publicado una entrada muy interesante en la que se narra el hecho que se cuenta en la película: como Hearst presionó prensa en mano para que se desencadenara una guerra que, bueno, sin duda cambió el rumbo de la historia en Cuba de una manera tal que solo podemos asumir mirando ahora hacia atrás. Claro, que no fue Hearst únicamente, porque el resto de la prensa siguió sus pasos ya que el indicó el camino.
Hoy día, ¿sigue teniendo la prensa tanto poder? ¿Podría llegar a ejercer tanta presión como para iniciar una guerra? ¿O la diversificación de fuentes de información logra poner freno a tanto Hearst que anda por ahí? No me atrevo a responder a ninguna de estas preguntas, pero por lo penos tengo la esperanza de que la respuesta a la última sea “sí”.
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